Éste fue, hace cinco años, el eslogan de una compañía aérea alemana en España. Generalmente, a los alemanes se nos asocia con diferentes virtudes, pero el humor no parece una de ellas. De hecho, siempre digo a mis amigos españoles que, al imitar supuestamente el habla alemán, suenan como Charlie Chaplin en El gran dictador. Y es cierto, como os demuestro con dos vídeos del admirado Buenafuente, en el que “enseñan” alemán (primer vídeo) e imitan a la canciller Merkel (segundo vídeo). Si no los habéis visto en la tele, aquí los tenéis:
¿y no habláis todos así?? :o)
No querrás que te conteste, ¿no? 😛