A veces se dice que uno no domina un idioma hasta que no conozca sus palabrotas y las sepa aplicar correctamente. Hoy os dejo con la traducción al castellano de extractos de un artículo sobre este tema de mi libro Man spricht Spanisch (“Se habla castellano”):
“[…] Como soy traductor, a menudo me preguntan como transmitir determinadas palabrotas a otro idioma. A decir verdad, existen pocas traducciones literales, ya que cada lengua tiene sus propias expresiones arraigadas en la cultura correspondiente y que solo se entienden en este contexto. El vocabulario del español temperamental está repleto de expresiones de este tipo que se denominan “palabrotas” o “tacos”. A menudo se escucha la palabra “joder”, que realmente significa “follar”, pero se usa con el significado de “mierda” (alemán: “Scheiße“) o “maldita sea” (“verdammt”). De vez en cuando se usa también “mierda” –que en alemán tiene una segunda traducción, “Mist”–, pero a la mayoría de los españoles le suena demasiado suave. Cuando ellos se enfadan, prefieren soltar algo más fuerte. A menudo sale el ya mencionado “maldito/-a …” que, a gusto del hablante, se puede combinar con el objeto de su ira, igual que se hace en alemán con “verfluchte(-r/-s) …” o “verdammte(-r/-s) …”.
[…]
Según el contexto, “cabrón” (“Scheißkerl” o “Arschloch”) y sus derivaciones, el algo más suavizado “cabroncete” (“kleiner Scheißer” o “kleines Arschloch”) o el reforzado “cabronazo” (“Riesenarschloch”) se pueden interpretar como apelativos casi cariñosos y amigables o como grandes insultos. Lo mismo se aplica en el caso de la palabra “gilipollas” (“Vollidiot”), que, además de para insultar a alguien, sirve para indagar sobre su estado mental, si preguntamos “¿Estás gilipollas?”. El equivalente en alemán es “Bist du bescheuert?”, una pregunta que, en su origen, sugirió que alguien podía haber perdido la cabeza o razón por haber recibido demasiadas bofetadas (“scheuern” = “bofetear”). […]”