Como traductor e intérprete trato con todo tipo de textos escritos y hablados. Entre contratos, páginas web, manuales de instrucción, folletos publicitarios, certificados y otros encargos rutinarios, a veces, se cuelan verdaderos desafíos que llamaría simplemente “curiosos”. A menudo me preguntan amigos y familiares por mis encargos más extraños, así que he preparado el siguiente pequeño ranking de anécdotas:
1. Traducir subtítulos de películas porno
2. Interpretar en una comisaría de policía en un caso de un presunto matrimonio de conveniencia
3. Interpretar en una incineración (entre la esposa y la amante del fallecido)
4. Interpretar en ruedas de prensa de un conocido club de fútbol
5. Traducir cartas de amor (en ambas direcciones)
6. Interpretar en una especie de “espionaje industrial”
7. Interpretar en una comisaría para un alemán detenido
8. Hacer de traductor-guía para grupos de turistas
Tal vez alguno de los puntos haya suscitado vuestro interés, ¿queréis sabes más? Por supuesto, no se trata en absoluto de iniciar una especie de “AlemolLeaks”, ya que me siento obligado a mantener la confidencialidad de los datos personales de mis clientes. Sin embargo, sí puedo dar algo de información general acerca de algún encargo sin revelar detalles delicados. Avisadme de cuál de los resúmenes os llama más la atención (y no os quedéis estancados con el primer punto, ¡que los demás también se las traen!).
jaja. lo de las cartas de amor también me ha pasado a mí 🙂 y una más curiosa de tener que traducir una dedicatoria muy, muy encendida en un libro (para un casi desconocido: una proposición indecente, vamos). ahora, la de la incineración y la conversación entre la esposa y la amante gana por goleada…
(igual te robo la idea para mi “blogs” :P)
Encantado de darte ideas, Itziar. Seguro que también tienes unas cuantas anécdotas que contar…
Jajajajaja. Voto por el punto 3: “incineración”, bueno la conversación entre la esposa y la amante.
Yo tuve que traducir sobre unos consoladores de cristal que eran decorativos y podían ir al lavavajillas ¡ay! Desde entonces, cuando me invitan a cenar, siempre me fijo en la decoración ;D
jajaja, tampoco está nada mal, María. Desdeo luego, no hay tema que se queda sin traducir 😉
Veo que, de momento, gana la “incineración”, pero me espero unos días más…
Pues creo que me quedo también con la de la incineración! Porque al fin y al cabo, seguro que la primera se fue en “Ahhhhhh”‘s y “Ohhhhhh”‘s y alguna cosilla más… ¿me equivoco? Jeje!
El número dos se lo doy a las cartas de amor, suponiendo que no fueran del estilo de Corín Tellado, claro; para eso mejor los subtítulos! 😉
Un abrazo!
jaja, no creas, Segundo. También había “diálogos” y “monólogos” polisílabas en la subtitulación, pero, desde luego, el guionista nunca será candidato a los Oscar 😉