O como supuestamente dijo Lutero: “Quien no ame el vino, las mujeres y las canciones, será un estúpido toda su vida.” Lo que suena a frase precursora del clásico “Sex & Drugs and Rock ’n’ Roll“ es ciertamente una buena combinación: el vino y el sexo. No me malinterpretéis, está científicamente probado que el vino –y sobre todo el tinto– tienen un efecto vasodilatador, por lo que hace que la sangre llegue mejor a todas las zonas del cuerpo. Exacto, a todas, ya que este efecto afrodisíaco se da tanto en hombres como mujeres. Así lo confirmaron hace poco científicos en un congresos de sexología y educación sexual. Por supuesto que sus estudios se refieren a un consumo moderado, ya que el vino también puede producir sueño, y entonces se puede aplicar más bien el siguiente refrán antiguo: “Si bebes vino, te duermes. Si te duermes bien, no pecas. Así que, si al cielo quieres llegar, mucho vino has de tomar.”
¿Curiosidad por saber más? Bajo los siguientes enlaces encontráis información sobre regiones vinícolas y vinos alemanes, ya que Alemania tiene mucho más que ofrecer que sólo el conocido Riesling:
http://www.directoalpaladar.com/
Yo he probado algunos vinos alemanes. Y tengo que decir que los blancos no tienen nada que envidiar a los nuestros, pero los tintos….. Será que allí no necesitan el efecto afrodisíaco del vino tinto, porque ya tienen el fresquito que anima a acurrucarse.
Está claro, hay que tomar el vino blanco en Alemania y el tinto en España 😉