Lo presiento, hoy va a caer aquí. Sí, soy de las personas que nunca pierden la esperanza de conseguir El Gordo. Año tras año compro cupones siguiendo el lema “sólo te puede tocar si juegas”. Y lo hago con espíritu olímpico: participo y, aunque no gano, me alegro por la gente a la que le toca y que demuestra que no es imposible llegar a tener suerte un año de estos. Aquí podéis comprobar si este es vuestro año…
A veces me preguntan qué haría si me tocara la lotería. La verdad es que nunca he estado obsesionado por el dinero (ni siquiera en épocas de “vacas flacas”). Por eso, supongo que intentaría mantener los pies en el suelo, aunque procuraría cambiar de suelo en dos sentidos: reformaría el piso y viajaría mucho. ¿Dejar de trabajar? Qué va, llamadme masoquista, pero a mí me gusta mi trabajo. Eso sí, probablemente empezaría a elegir muy bien los encargos… ¿Y qué pasaría con el blog? Seguro que lo seguiría escribiendo, aunque tal vez rebautizado como “Diario de un viajero alemol”.
¿Y qué haríais vosotros si os tocara El Gordo hoy?
Si me tocara, me sorprendería, porque no juego a la lotería. Solo tengo décimos por obligación, aquellos en los que me hacen partícipe mis familiares que sí juegan o los que se compra entre un grupo de compañeros de trabajo y lo comprar por asegurarte de que, si les toca, no se te quede cara de tonto.
Suerte, de todos modos, para ti.
Gracias, Jota. Si mañana no hay post en el blog, es porque estaré de camino al Caribe o Nueva Zelanda o cualquier otro sitio chulo 😉
Veo que alguien ha comprado décimos por ti, porque decían que el gasto en El Gordo incluso ha aumentado, a pesar de / gracias a la crisis…