El sábado estuve en una fiesta y conocí a bastante gente. Habitualmente, cuando eres un alemol, presentarse suele seguir el mismo guión de conversación. Lo que varía son las respuestas en función del nivel de confianza, del ambiente general (serio/bromista) y, en su caso, del nivel del alcohol:
“¿André o Andrés? No eres de aquí, ¿no?”
A. No, soy alemán.
B. Tens raó, soc de Burriana.
C. No, no soy de la casa, he venido de la mía.
D. Me has pillado, soy un visitante de otro planeta camuflado de guiri.
“Ah, alemán, pero entonces te deberías llamar Andreas, ¿no?”
A. Es que los nombres franceses estaban de moda cuando nací.
B. En realidad me llamo Andreas, pero André es mi nombre artístico. Todos los traductores tenemos uno.
C. Anda, es verdad. Vaya fallo, mañana mismo voy al Registro Civil y lo cambio.
D. Mis padres eran pobres y no se podían permitir más letras.
“¿Cómo viniste a España?”
A. Vine de Erasmus, me enamoré, me casé (primero con mi mujer, luego con el banco), y ya me he quedado.
B. Cogí un avión de Iberia en Fráncfort, hice escala en Barcelona y aterricé con el retraso habitual en Valencia.
C. El gobierno alemán me intercambió por un cromo de Raúl González.
D. En patera desde Mallorca.
“¿Y qué haces aquí?”
A. Trabajo de traductor e intérprete.
B. Comer, beber y divertirme como tú.
C. Ayudar a reflotar la economía española.
D. Eso digo yo…
“¿A que se vive mucho mejor en España?”
A. No se vive mal, la verdad, aunque en Alemania tampoco lo pasé tan mal.
B. Con diferencia, siento haber desperdiciado mi infancia y juventud en Alemania.
C. Claro, como en Alemania no hay fiesta, siesta ni playa lo pasé fatal hasta que, por fin, pude venir aquí.
D. Sin duda. Un trago de cerveza española y un rayo de sol, y se me olvidan la crisis económica, el paro y la corrupción en España.
“En Alemania siempre hace mucho frío, ¿no?”
A. En invierno, sí, pero en verano también se alcanzan los 30-35 ºC según qué zona.
B. Es solo un rumor difundido por los países mediterráneos para desacreditar el clima alemán.
C. Sí, de hecho, los alemanes tenemos 100 palabras diferentes para expresar “frío”.
D. Sí, solemos movernos con trineos o raquetas de nieve a todas partes.
“Seguro que te gustan las salchichas.”
A. La verdad es que no como carne, así que me limito a las salchichas de tofu.
B. Solo si se están hechas según la receta secreta alemana original.
C. Claaaaro, mi organismo no admite otro alimento.
D. Desde muy pequeños, nos educan para alimentarnos exclusivamente de salchichas, chucrut y cerveza y fomentar así los pilares de la gastronomía alemana.
“¿Me invitas a una copa?”
A. Claro, pero la siguiente ronda te toca a ti.
B. Te iba a preguntar lo mismo.
C. Lo siento, pero me he dejado la cartera en mi traje de bávaro.
D. Mi no entender…
Hervorragend!!! Ich habe laut gelacht und mich selbst in einigen Antworten (und nicht nur die Antworten A) wieder erkannt. Gerade das Thema mit dem “kalten” deutschen Klima: “Dir ist doch bestimmt nie kalt, du kommst doch aus Deutschland…” hört man immer wieder, und manchmal fällt es wirklich schwer, freundlich zu bleiben…
P.S.: Die/das Zeichnung/Foto ist natürlich auch prima…
Danke, Stefan! Wusste ich doch, dass ich mit den Antworten B/C/D nicht allein dastehe … Ja, das Foto ist klasse, ohne meine Tracht gehe ich eben nicht aus dem Haus 😛
¿Tu no eres de aquí, no? – “No, soy de Hamburgo” – “Ah, eres una hamburguesa ajjajajaaja” – Seufz
jajajajaja, y cuando surgió el problema con la bacteria E. coli, seguro que eras una hamburguesa sin pepino 😉 Hay que reírse de ello, aunque a veces cueste 😉
jajajajajaja…sin duda, las opciones D son fruto de un alto nivel de alcohol en sangre!!! que bueno eres! por eso me gusta tanto llenarte la copa e intentar emborracharte…
Ya sabes, a veces, el alcohol sirve de excusa para decir cosas que no uno diría estando sobrio. O dicho de otra manera: los niños y los guiris borrachos siempre dicen la verdad 😉