Un buen final se hace esperar. Y una buena publicación, también. Ya he hablado en varias ocasiones de mis excursiones al mundo de la traducción de cómics. Los honorarios, que en este sector suelen ser bastante bajos teniendo en cuenta el esfuerzo que puede suponer, se compensan con la ilusión por ver la obra publicada. No obstante, esta ilusión previa puede alargarse bastante, ya que generalmente los proyectos editoriales se conciben a largo plazo. Así, por ejemplo, recibí el encargo para la traducción de El arte de volar a principios del año 2011. Finalmente entregué la traducción, en la que había estado trabajando en paralelo a mis encargos “normales”, en verano del mismo año, una vez que la había revisado varias veces y que había aclarado mis dudas relativas a la obra con el autor. Después hubo unos meses de silencio, hasta que, a principios del año 2012, me contactó la lectora de la editorial alemana tras haber leído y revisado mi traducción de esta obra de unas 200 páginas. Gracias a Skype, por medio de unas cuantas videoconferencias aclaramos todas las dudas con relación al contenido y el estilo. Puede sonar laborioso, pero también fue divertido. Bueno, “divertido” igual no es la palabra, pero me lo pasé bien limando expresiones en una especie de regateo de bazar. Tras la revisión y corrección tocó la llamada rotulación de los textos, que a menudo se realiza manualmente y, por consiguiente, requiere mucho tiempo. Al final, la novela gráfica se mandó a imprimir, y pronto se publicará como Die Kunst zu fliegen en la editorial Avant-Verlag.
A finales de septiembre igualmente saldrá Der Winter des Zeichners de Paco Roca al mercado alemán, traducción que la editorial Reprodukt me encargó en enero de 2012. En marzo la entregué, y en julio y agosto mantuve unas largas conversaciones por teléfono con la lectora propia de la editorial. Aclaramos sobre todo sus dudas relacionadas con el original, cuya lengua y cuyas circunstancias culturales e históricas a menudo desconocen los lectores editoriales. Es especialmente importante para el tratamiento de los nombres propios, las canciones, las referencias históricas y para la introducción de las notas al pie, siempre que haya que mantener una característica de la cultura de origen y explicársela al lector. Algunas páginas del resultado final se pueden ver aquí, en la página web de la editorial.
No hay dos sin tres: en febrero de este año me llegó el encargo para traducir Historias del barrio, la obra premiada de Gabi Beltrán y Bartolomé Seguí, en la que el primero trata su dura juventud en la Palma de Mallorca de los años 80. Comparado con los otros dos cómics, éste no cuenta con mucho texto y, además, era relativamente fácil y rápido de traducir. También en este caso pude recurrir al propio autor para resolver algunas dudas, y en junio –tras haber leído la traducción varias veces y haberla contrastado con el original– la lectora editorial tuvo la traducción final encima de la mesa. Una vez más comentamos algunas cuestiones a través de Skype, justo antes de que yo me cogiera la baja por paternidad. No obstante, Geschichten aus dem Viertel, como reza el título provisional en alemán, no se publicará en Alemania hasta el 2013. Y es que, como he comentado, las traducciones de cómics pueden requerir un largo tiempo de preparación …
Madre mía, vaya trío de ases para traducir… ¡Qué curiosidad tengo por leerlos en alemán!
Muchas gracias, Javier. Espero que, a pesar de que pronto estén disponibles las traducciones, no renuncies a la ventaja de poder leer este trío en versión original…
[…] gibt Übersetzer André Höchemer Einblick in seinen Arbeitsalltag, unter anderem berichtet er in “Gut Comic will Weile haben” über die Zusammenarbeit mit Lektorin Heike Drescher an Paco Rocas “Der Winter des […]