Google y ¿…?

Hoy tengo que contar una pequeña anécdota que muestra cuánto nos llegamos a acostumbrar a determinados productos y marcas. El fin de semana, mi mujer y yo estábamos cada uno en su ordenador cuando, de repente, noté que no funcionaba Google. Así, sin más, la página de inicio se quedó vacía durante unos 15-20 minutos. Mientras me preguntaba qué habría pasado con el buscador más popular del mundo (¿será un apagón en Silicon Valley? ¿Larry Page y Sergey Brin habrán ido al baño al mismo tiempo?), mi mujer gritó de la otra habitación: “¿Puede que no funcione Internet?” Yo: “No, es sólo Google lo que no se abre.” Ella: “Vaya, ¿y ahora qué?” Yo: “Puedes usar otro buscador.” Ella: “¿Otro buscador? ¿Pero qué más buscadores hay?” Y mientras le grité algunas alternativas, me di cuenta de que, en sus 12 años, Google realmente ha revolucionado el mercado y nuestra forma de trabajar. ¡Incluso el perro de un vecino se llama Google!, aunque, la verdad, le pegaría más Yahooooo…

PD: Por cierto, lo de los 12 años lo que tenido que “googlear”, claro. Aunque este neologismo suene algo feo, su equivalente en alemán (“googlen”) incluso figura en el Duden, la “biblia” de la ortografía alemana. Sin embargo, googlear/guglear (aún) no ha entrado en el diccionario de la RAE

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