A nivel profesional y privado recibo, además de innumerables mensajes de spam, también muchos e-mails serios. Por lo menos la intención del remitente suele ser seria, ya que, a menudo, formato, estilo y contenido dejan mucho que desear. Llamadme pedante, pero en el ámbito de los correos electrónicos hay muchas malas costumbres que simplemente no soporto. A continuación enumero algunos de estos defectos, sus efectos y unas soluciones simples:
Defecto | Efecto | Solución |
Envío masivo con todos los destinatarios a la vista. | Fomenta la difusión de spam, revela direcciones de correo y fastidia al destinatario. | Enviar e-mail a varios destinatarios con copia oculta (CCO). |
Mensaje sin asunto | En una búsqueda posterior es difícil o imposible localizar el e-mail, y eso fastidia al destinatario. | Indicar brevemente la temática del e-mail en “Asunto”. |
El asunto contiene todo el mensaje. | Se lee mal y fastidia… claro, al destinatario, como no. | En el “Asunto” sólo hay que indicar el asunto, el resto del mensaje va en el cuerpo del e-mail. |
En un cruce de respuestas se deja la abreviatura automática de “Re:”, por lo que el asunto puede acabar en “Re: Re: Re: ¡Me saca de quicio!”. | El asunto se vuele poco claro y fastidia al… ¡eso es! | Un sólo “Re:” basta para mostrar que se trata de un e-mail de respuesta. |
Texto en estilo telegráfico: “Hola, necesito traducción urgente y baratísima, ¿está disponible?” | Suena poco amable, inspira poca confianza, no recibe respuesta y, por lo tanto, fastidia a ambas partes. | Buscar un término medio entre carta y telegrama: “Hola señor Höchemer:
Necesito una traducción bien pagada y me preguntaba si tiene tiempo para encargarse de ella.” |
No aparece ningún nombre bajo el e-mail. | Hay direcciones de correo que no permiten deducir el nombre del remitente (tipo: ccm1976@hotmail.com), por lo que el e-mail recibido es completamente anónimo. ¿A quién creéis que le fastidiará? | Firmar igual que una carta:
“Un cordial saludo, Pepito Pérez” |
El adjunto pesa 20 MB. | El e-mail no llega o atasca la bandeja de entrada. ¡Y esto ya es más que fastidioso! | Repartir adjuntos pesados en varios e-mails, enviarlos vía Internet (Yousendit.com, etc.), subirlos a un servidor FTP, etc. |
El e-mail/adjunto se ha reenviado varias veces y ha quedado escondido en un sinfín de mensajes. | Hay que ir abriendo mil adjuntos para llegar al e-mail/adjunto original. También saca bastante quicio, ¿no? | No reenviar un e-mail como adjunto. |
Pido una confirmación de lectura, pero no recibo confirmación ni respuesta. | No sé si mi e-mail ha llegado, por lo que tengo que reenviarlo o consultar al destinatario. Esta vez le fastidia al remitente… | Una confirmación de lectura sólo requiere un clic de ratón, y una respuesta poco más. |
¿A vosotros también os molestan este tipo de mensajes? ¿O quizá os hayáis dado cuenta de una mala costumbre vuestra? Ya sabéis: pecado confesado es medio perdonado. 😉
Quitando lo de la confirmación de respuesta, bastante de acuerdo contigo. Sobre las confirmaciones, los mails SIEMPRE llegan.
Saludos
Gracias, Álex. Te aseguro por propio experiencia que, por lo menos en la comunicación con clientes, las confirmaciones de lectura son esenciales y un buen sustituto de respuesta para gente con poco tiempo o con pocas ganas de contestar…
Yo añadiría una más: la gente que manda correos electrónicos abreviando cada palabra como si fuera un SMS.
¡Feliz viernes!
tns tda l rzn, Rql, jaja