Tras publicar mi última entrada en el blog, quería desaparecer sin más hasta después (de las vacaciones) del verano, pero una excursión a Asturias ha despertado recuerdos y me “obliga” prácticamente a escribir este nuevo artículo. Y es que me pasó algo en el norte de España que solo conocía de mis inicios en mi patria adoptiva: mi capacidad de bloquear a los españoles. ¿Que cómo funciona? Les hablo en tono normal en castellano, pero mi aspecto de extranjero les bloquea la comprensión auditiva, por lo que dejan de entender su propio idioma. El último ejemplo: Pedí un café en Cudillero y me sirven un cacao. A decir verdad, pedí un “cortado”, y la camarera debió entender “Cola Cao”. Bueno, puede pasar… Al día siguiente, en Covadonga, por poco compro las existencias completas de un bar, cuando el camarero se quiso asegurar de la cantidad de bocadillos que le había pedido. “Dos” le dije, a lo que me respondió totalmente estupefacto “¡¿todos?!”
Sí, lo cierto es que ya me había pasado alguna vez que mi aspecto alemán cifraba de alguna forma un pedido hecho de forma impecable (o eso creo, por lo menos). De hace ya unos años datan dos anécdotas también divertidas: En un bar pedí una birra, y recibí un vaso de té. ¿El motivo? El camarero había interpretado mi “cerveza” como “té verde”, aunque mi pinta de alemán precisamente tenía que haberlo sacado de dudas… Muchos españoles esperan automáticamente tener problemas de comprensión cuando tratan con extranjeros, como demuestra otra anécdota de cuando acabé de aterrizar en Valencia. Hace unos diez años pedí un “carajillo de Baileys”, es decir, una bebida no muy conocida entre turistas… ¡y me la sirvieron! Por lo tanto, se suponía que la camarera debería haber asumido que yo no era ningún guiri que chapurreaba el castellano. Sin embargo, cuando pedí la cuenta para mi mujer y mí, la señora levantó cuatro dedos y, con una pronunciación extremadamente leeenta, me dio a entender que me cobraba “cuaaa-trooo-cieeen-taaas pesetas”. No es fácil ser un alemol, pero tampoco es nada aburrido…
Me encanta tu artículo, y es verdad lo que dices. A nosotros pasó lo mismo en Brasil con un chino que trabajaba en un bar. Pedimos una cerveza, y nos trajo dos. Además, no conseguimos pedir pan de forma verbal. Acentuamos la palabra de varias maneras, pero al final señalamos con el dedo a la comida de otra gente en el bar para conseguirlo. La diferencia es que ni nosotros ni el chino hablábamos bien el portugués y creo que por estas experiencias lo mismo pasa con extranjeros que hablan bien el idioma.
Gracias, Tanja. Me alegra saber que no soy el único que cuenta con el “poder de bloquear” 🙂
Moin aus Barcelona,
Jejeej, ich kann mich mit dem Artikel auch identifizieren und ich gebe zu, ich blockiere auch gerne manchmal, allerdings benutze ich dazu catalán, grade gestern erst wieder.
Wir sitzen mit Freunden auf einer Terrasse und zischen ein Bierchen, es kommen Leute dazu, die unsere Freunde kennen aber uns nicht, wir werden nach einer Weile Unterhaltung zwischen den beiden Paaren vorgestellt “Mica es alemana y John es escocés” und sofort wurde sich fuer die Sprache entschuldigt, weil “lo siento mucho, claro, cuando nos juntamos hablamos en catalán, no sabíamos que sois de fuera”…
wenn man dann “no passa res dona, porto aquí 23 anys, per mi no cal que parlis en castellà” loslaesst, geht auf einmal die ganze Unterhaltung nicht mehr :D.
Du hast Recht, langweilig wird es nie und was chinesische Bars angeht, entweder wird man garnicht verstanden oder falsch, da macht es Sinn mal nachzufragen, wie man denn dos cervezas, por favor auf mandarin sagt und mit 2 Píjiǔ , xièxiè bekommt man auch, was man bestellt hat.
Saludos
Mica
hehe, du betreibst schon Blockieren für Fortgeschrittene – Hut ab, Mica! Ich bringe es gerade mal auf “jo no parle en valencià/català pero puc entendre-ho” und greife wie Tanja zu Fingerzeigen und Gesten, wenn es mit den chinesischen Kellnern nicht klappt. “2 Píjiǔ , xièxiè” muss ich mir für den nächsten Besuch beim Chinesen merken, obwohl es dann sicher an der Aussprache hapert und ich ein Schwalbennest mit Cola Cao bekomme 😉
Ganz einfach, phonetisch so aehnlich wie li-am pi-dji-dju schie-schie 😀
Klar, ganz einfach, haha
Hola André!
Ich bin durch Zufall auf deine Homepage gestoßen und komme aus dem Staunen gar nicht mehr raus. Wow! 😀 Echt suuuuuper interessant!! Ich muss dazusagen, dass ich selbst auch hispanoalemana bin, gebürtige Deutsche, aber seit 4 Jahren in Barcelona lebend. UND: Ich studiere Übersetzen und Dolmetschen, deshalb hat mich dein Blog besonders angespochen. Auch dein Buch würde ich wahnsinnig gerne lesen… Ist das in irgendeiner Buchhandlung oder Bibliothek zu haben oder sollte ich es per Internet bestellen?
Ich wünsche dir noch ganz viel Erfolg! Ich werde deine Seite gleich mal unter Favoriten speichern und so weiterhin von deinen spannenden Erlebnissen lesen. 😉
Ciao ciao, besos!!
Julia
Hallo, Julia. Danke für dein sehr nettes Feedback. Schön, dass du als Alemol und künftige Kollegin zu meinem Blog gefunden hast. Ich hoffe, dass du beim Lesen genauso viel Spaß hast wie ich beim Schreiben! Danke auch für dein Interesse an meinem Buch, das du übrigens über die Website des Verlags (http://www.jenior.de/) oder über Amazon bestellen kannst … Viel Vergnügen damit und viele Grüße ins wunderschöne Barcelona!!
Hallo André,
ist Dir das auch schon passiert: Ich bestelle “un café cortado” und erhalte einen Café und einen Cortado. Nach insgesamt 9 Jahren in Spanien passiert mir dies jetzt zweimal innerhalb von ein paar Wochen.
Übrigens gefällt mir Dein Blog immer gut, auch wenn ich noch nie etwas dazu geschrieben habe.
Einen schönen Sommer noch!
Daniel
Danke, Daniel, aber das ist mir noch nie passiert! In Valencia reicht es, einfach “cortado” zu bestellen, und in manchen anderen Regionen muss man offenbar “café manchado” sagen oder kennt die Mischung gar nicht.
Danke auch für das Lob – ich wünsche dir ebenfalls einen schönen Sommer!
[…] des Senders vom Empfänger anders verstanden wird als beabsichtigt. Missverständnisse können durch Sprachbarrieren entstehen, durch unkonzentriertes Zuhören vonseiten des Empfängers oder durch fehlerhafte […]