En la era de la globalización sorprende que algunos productos triunfen en ciertos países, pero que apenas o no se encuentran en otros países. Una amiga española, por ejemplo, se queja de que, tras haberse “enganchado” en Alemania con brezel, bollería con semillas de amapola y otras exquisiteces, no las encuentra en las tiendas en España. A mí me pasa algo parecido con Yoghurtgums (unas gominolas con saber a fruta), pero, tal vez, esta distancia de seguridad de unos 1.500 km sea mi salvación… ¿Qué manjares echáis de menos vosotros, alemoles?