Casi 15 años aquí, y me sigue chocando

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Llevo unos 15 años viviendo en España. Habría que suponer que, en todo este tiempo, haya visto de todo y que ya no me sorprenda nada. Pues no, ¡no es así! Y me alegro, porque –como siempre digo– me gusta conservar mi capacidad de asombrarme ante las cosas, sobre todo como alemán en España. Porque, si la perdiera, dejaría de ser un alemol, ¿no?

Hoy quiero comentar tres costumbres españoles que me siguen sorprendiendo, por ser tan diferentes a mi cultura de origen. La primera es un sonido que muchos españoles hacéis para llamar la atención de otra persona, sobre todo en la calle, y que está tan arraigado en vuestro día a día que incluso cuenta con su propio verbo, muy onomatopéyico: “chistar”. No me acostumbro a escuchar ese “chist” en la calle, porque a mí me suena como un intento de acallar a alguien, es decir, como una especie de “pssst”. Lo curioso es que, habitualmente cuando alguien chista, se gira todo el mundo menos la persona a la que va dirigido, por lo que el emitente del “chist”, lejos de probar otro método más eficaz, suele seguir chistando. Suena a “chiste”, pero no lo es…

Este hábito me resulta especialmente asombrosa teniendo en cuenta otro, que ya comenté brevemente en otro artículo: en España, mucha gente sortea cualquier obstáculo de comunicación con un método muy particular: gritando. ¿Quieres hablar con alguien que se encuentra a más de diez metros de distancia? ¡Grita! ¿Quieres hablar con alguien por teléfono pero la cobertura es mala? ¡Grita! ¿Quieres comunicarte con un extranjero que no te entiende? ¡Grítale! ¿Quieres hablar con alguien en un local con mucho ruido? ¡GRITA MÁS ALTO que los demás! Parece que no hay nada que no se pueda arreglar con unos cuantos decibelios extras. Por algo España tiene la fama de ser el segundo país más ruidoso del mundo (solo por detrás de Japón)…

Por cierto, ¿será ése el motivo de otra costumbre española, también bastante diferente a la cultura alemana? Me refiere a los aplausos para despedir a los difuntos. Cuando yo había recién llegado a España, hubo un atentado de ETA. En un homenaje posterior, después de un minuto de silencio, de repente la gente empezó a aplaudir. Yo me quedé de piedra y no me lo podía creer: ¿acaso eran simpatizantes de ETA? ¿Aplaudían para aprobar la muerte violenta de las víctimas? Luego me explicaron que es así como los españoles rendís homenaje a los difuntos, sobre todo cuando se trata de una muerte por causas no naturales. No obstante, el caso del recién fallecido expresidente Adolfo Suárez me ha demostrado que hay gente que expresa su luto recurriendo a una mezcla de las costumbres dos y tres, es decir, gritando (en este caso: “presidente, presidente”) y aplaudiendo… ¡e incluso con vítores! Bueno, no gritan “hurra”, pero los “bravo” y “viva” me suenan igualmente raros. Es lo que se escuchaba también en el funeral del gran guitarrista Paco de Lucía:

Lo dicho: con los años debería haberme acostumbrado, pero debo confesar que me sigue chocando esa preferencia por el ruido en situaciones en las que los alemanes solemos ser más bien silenciosos.

17 Comentarios

  1. Ich hatte schon gedacht, dass Du einen Aprilscherz vorbereitet hättest, aber ich sehe, es ist alles ganz ernst. Sehr schön und treffend beobachtet! Ich nehme, Deine Erlaubnis vorausgesetzt, das chistar mit in meinem eigenen Blog, ich muss nur eine Geschichte dazu spinnen. Oder möchtest Du das selber machen und mir die Arbeit abnehmen? Mit cut&paste aus diesem Beitrag hättest Du schon die Hälfte erledigt. Como prefieras.

    • Hallo, Jordi! Ja, der Artikel ist bierernst gemeint (übersetz das mal, haha). Einen Aprilscherz habe ich mir in FB erlaubt, wo ich meinen angeblichen Wechsel zur NSA ansprach: http://goo.gl/UYDLou
      Es freut mich, dass dir “chistar” zugleich neuen Stoff für deinen Blog liefert. Du kannst meinen Artikel gerne ganz oder auszugsweise verwenden. Ich habe diese Woche leider zu wenig Zeit, um selbst noch eine (neue) Geschichte dazu zu spinnen …
      ¡Saludos!

    • Na ja, was soll man denn dazu sagen……………..

      Ich bin Spanier und wohne nun seit etwa fünf Jahren in Deutschland, genauer gesagt, in Bayern, und nehemen mich immer noch im hohen maße etwelche Gepfogenheiten wunder, die man allerdings nicht unbedingt auf das gesamte deutsche Gebiet schließen sollte.
      Auf das Schreien zum Beispiel in einer Disco wird man sowohl in Spanien als auch in Deutschland zurückgreifen müssen……gescheweige denn, wenn eingefahrene Deutche sich der Verständigung mit einem der deutschen Sprache nicht kundigen Ausländer befleißigen……
      Was mich allerdings sehr wundert hier in Duetschland, und ich sage Deutschland, weil es ein flächendeckendes Problem zu sein scheint, ist dieser unerklärlicher Eifer, den die meisten Deutschen an den Tag legen, innerhalb von sekunden eine Verhaltensänderung zu durchlaufen sobald sie ihr allerheiligstes Heiligtum besteigen, ihr AUTO……die scheinen sich alle in Respektlose Geschöpfe zu verwandeln, die scheinbar nur darauf warten, dass man auf der Autobahn 100 fährt um ausgehupt zu werden…..

      • Danke, David. Wenn man in einer anderen Kultur aufgewachsen ist, fallen einem sicher immer wieder solche kulturellen Unterschiede auf. Und ja, manche Dinge sind dennoch universa, wie das Schreien, um sich mit einem sprachunkundigen Ausländer zu verständigen. Das ist mir hier in Valencia auch oft passiert. Und dass die Menschen hier im Auto auch “zum Tier” werden, davon kann ich in Valencia auch ein Lied singen 😉

        • Hallo André!!!!

          Das glaube ich dir unbesehen, zumal das Auto in den allermeisten kulturen zu einem Symbol der Ich-Identifikation geworden ist, das sich eher darüber hinaus einer potenziellen Waffe nähert als einem Zwecksmäßigen Gegenstand, und dient zugleich als Zufluchsort, aus dem man seine Frustrationen an allen Verkehrsteilnemern abreagieren kann.
          Ich habe mit meiner Bemerkung daran anführen wollen, daß es selbst in den entlegensten Winkeln Deutschlands Menschen fuderweise gibt, die sich am Steuer schandbar betragen.
          Das ist eine Beobachtung, die ich nur in Deutschland machen konnte.
          Ich muss jedoch gleichwohl anmerken, dass die Deutschen, oder zumindest jene die ich kenne oder gekannt habe, sich vielmehr durch seine Positiven Eigenschaften abheben, wie beispielweise die Höfflichkeit, die in Spanien viel zu wünschen übrig lässt, als die Negativen, von denen es leider und allzu oft überall auf der Welt gibt.

          Man muss auch schlussendlich sagen, dass einem zuweilen in den jeweiligen Ländern umso mehr Unterschiede auffallen, je länger man einem der Ländern ferngeglieben ist, denn wie ein Großer deutscher Philosoph sagte; die Ereignisse werden im Gedächtnis meistens verklärt, und man neigt deshalb dazu der Vergangenheit nehr Bedeutung beizumessen, als sie es überhaupt wert war…..

          Grüsse, David

  2. ¡Hola!
    Ay, no, no se trata de ninguna inocentada, por desgracia… Pero que conste que yo nunca me vuelvo cuando oigo un “chist”, entre otras cosas porque me gusta pensar que no conozco a nadie que use ese método para llamar la atención. Ya ves: soy española y tampoco me he acostumbrado jamás a esa práctica, que muchos consideramos de mala educación.
    Cambiando de tercio, no sé cómo lo haces. ¿Cómo puedes tener tiempo para taaaantas cosas? Aprovechando un ratito libre, me he leído tus últimas entradas. Tú, sin duda, entras en la categoría de las estrellas.
    ¡Un beso!

  3. Casi 25 años en Alemania. El Fahrleherer que tenía me gritaba como que lo estuvieran matando, seguramente pensaría que extranjeros no entienden alemán más que a los gritos. Problemas con el jefe? en mi vida vi a alguien gritar más, eso sí, sin tener razón alguna, sin más argumento que el grito. Por suerte le pude pasar encima apelando a superiores a su ilustre persona gritona, desde entonces una seda
    En todas partes se cuecen habas, sólo hay que buscar el alemán indicado y se comporta como hispano de raza

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