Germany is different too

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Mi abuela siempre dice “El que hace un viaje, tiene algo que contar”. Es cierto, ya que en mi última visita en Alemania en agosto me llamaron la atención algunas cosas cotidianas de ahí que no se conocen en España. En realidad, como alemol que soy, me fijo más en las particularidades de los españoles, pero si pasas unos 340 días al año en España y tan solo 25 días en Alemania, llega un momento cuando cambia la cosa y te fijas también en aspectos particulares de tu tierra que antes te parecían de lo más normal.

Alemania es conocido por su tecnología sofisticada, pero en muchos aparcamientos reina un sistema barato de cartón: el disco de aparcamiento. Si bien se inventó en Francia, en Alemania se conoce y se usa ya desde 1961 (ver Historia del disco de aparcamiento en alemán). Para España me parece un sistema impensable porque muchos seguramente recurrirían a un disco de aparcamiento automático (con reloj), que, de momento, solo he visto en Internet, pero nunca en uso en Alemania.

Hablando de inventos: el verano alemán (sí, ¡existe!) y sus manjares –cervezas, zumos de fruta, etc.– suele atraer a muchas avispas, por lo que se usan cada vez más tapas para vasos, que se pueden levantar cómodamente con el pulgar para poder beber. Puede parecer un engorro, pero es mucho mejor que tragarse una avispa.

En muchas zonas rurales se ven campos de flores con un cartel que dice “Para coger” y, al lado, una lata o hucha para echar el importe indicado por cada flor (suelen ser 50 céntimos o 1 euro). No hay cámaras ni guardianes, porque aquí se confía totalmente en la honradez del recolector. Puede que a veces falle, pero el gran número de este tipo de campos demuestra que el negocio sale rentable. No sé, no me imagino algo así en España…

El sistema alemán del Pfand debe resultarles bastante extraño a los (jóvenes) españoles, acostumbrados a beber y tirar. El llamado Pfand, una especie de impuesto que te reembolsan cuando devuelves una lata o botella retornable, quiere animar a reciclar los materiales correspondientes. Aún recuerdo cuando en una de mis visitas en Alemania cogí una botella de plástico de 1,5 l vacía y, como de costumbre en España, la reduje a un paquetito de plástico de 5 cm ante la mirada atónita de mis padres. Para mí era basura, para ellos, 25 céntimos.

En Alemania, el brindar forma parte de cualquier encuentro amistoso y alegre y no es en absoluto una costumbre limitada a fiestas formales. Después de llevar años en España esperando en vano con la cerveza en mano para brindar, ya disfruto del primer trago sin decir “¡salud!” y sin remordimiento alguno. En Alemania, sin embargo, procuro escrupulosamente no solo brindar sino mirar también a los ojos de la persona con la que brinde. Según una leyenda, si no lo haces te esperan siete años de sexo malo, y eso es algo a que nadie quiere arriesgarse. Bueno, salvo una amiga, que contestó una vez cuando cayó esta frase: “Lo voy a probar, porque mejor sexo malo que nada…”.

A la hora de pagar la cuenta en un local alemán, los españoles esperan en vano que les entregan las vueltas en un platito para luego dejar la propina (en alemán: “Trinkgeld”, literalmente: “dinero para beber”). En Alemania, si la cuenta asciende, por ejemplo, a 28,50 euros, dices “30 euro”, y el camarero o la camarera entiende automáticamente que la diferencia de 1,50 euros es su propina. También puedes entregarle los 30 euros y decir “Stimmt so!“ (“¡así está bien!”), ya que tiene el mismo efecto. Y si no estás contento con el servicio, también puedes pagar simplemente los 28,50 euros, porque no es obligatorio dar propina. Si, en cambio, pagas el importe justo y dices “Stimmt so!”, igual es recomendable no volver al local…

Dos puntos que sobre todo le llaman la atención a mi mujer en Alemania, están relacionados con la gente mayor. Además de sus sandalias con calcetines que tantas sonrisas provocan en España, la gente mayor en Alemania parece estar encantada con los chalecos. Batman lleva un cinturón para tener a mano sus cachivaches, y ellos tienen su chaleco.

Y como cada vez tienen  menos hambre conforme se hacen mayores, muchos restaurantes no solo ofrecen platos infantiles sino también platos para personas mayores llamados Seniorenteller, es decir, con una cantidad menor, con ingredientes fáciles de masticar, etc. Estos platos, no obstante, no llevan nombres análogos a los platos infantiles tipo “Abuelo Pinocho” o “Mickey (padre)”. El invento está bien, pero el marketing es claramente mejorable…

21 Comentarios

  1. Interesante pero tengo algunas dudas y comentarios:

    – Para que sirve lo del cartón para el parquímetro?
    – Lo de la confianza en la gente depende de donde estés. En las zonas rurales en España todavía se ven bolsas con el pan colgadas en las puertas que van dejando los panaderos.
    – Lo de las botellas retornables era una buena costumbre que desapareció en España. Yo mismamente de pequeño llevaba los ¨cascos¨ (botellas de cristal) a la tienda para que me descontaran unas pesetas. En algunos sitios como Pamplona creo que han puesto un sistema automático que si metes suficientes botellas de plástico te da una entrada al cine.
    – Lo de las propinas no es del todo cierto. Normalmente cuando quieres que se quede la vuelta como propina les dices “Quedate la vuelta!”. Asi te evitas esperar a que te den el platito.

    • Hola, Miguel:

      Muchas gracias por tus dudas y comentarios, ahí van mis respuestas:
      – El parquímetro en cuestión está hecho de cartón y tiene pinta de barato y endeble… ¡de toda la vida!
      – Totalmente de acuerdo, comparo (injustamente) mi vida en la ciudad con la vida en un ámbito rural en Alemania. Es cierto, en España también hay un abismo entre una ciudad y una aldea, pero, sin embargo, no he visto nunca campos como las que comento de Alemania.
      – Cierto, lo había oído, pero no sé en qué época existió este práctico sistema en España ni por qué desapareción. ¿Tienes información al respecto? Me interesaría…
      – Tienes razón, en España también existe un equivalente para el “Stimmt so!” alemán, pero sé por amigos españoles que, de primeras, no saben cómo reaccionar a la hora de dejar propina en Alemania, sobre todo cuando no llevan el importe justo.

      ¡Saludos!
      André

  2. Lo del parquímetro…sigo sin entender para que sirve…En los EEUU tienen un parquímetro por cada lugar de aparcamiento individual para cada coche pero en España de eso no hay…pones el papelito de cuando se te acaba lo que has pagado…Como funciona en Alemania?

    Lo de las botellas retornables yo lo recuerdo de pequeño, asi que puede que desapareciera hace 15-20 años, puede que un poco menos. El motivo? Que casi todos los recipientes pasaron del cristal al plástico y que supongo que coincidió con el comienzo de recogida de cristal para reciclaje y se harían competencia…

  3. Juro que podría haber escrito lo mismo que vos André! Yo viví algún tiempo en Hamburg y aún conservo una Parkscheibe del año 84 que me dieron en una promoción de Allianz, y que usé muchísimo! Vuelvo tanto como puedo a Alemania y siempre, siempre que viajo tengo, como decía tu abuela, algo para contar! Y naturalmente rescato tantas cosas que podrían aplicarse en mi país… Nos faltan años… Prost! Zum Wohl!

  4. Los alemanes, aparte de ser “pragmáticos” y “ahorrativos”, se dice que por eso de haber soportado guerras y hambre, son como todo el mundo, no son más “honestos” ni más “respetuosos” que los españoles, por un lado, son ricos, para qué van a robar una flor si pagarla no les cuesta nada y les ahorra problemas, cobran “alquiler” por la botellas de plástico porque al ser ahorrativos, saben que todo el mundo va a ir a reclamar sus 25 céntimos, yo los pierdo con frecuencia porque se me olvida que los he pagado, pero yo no soy alemana, de esa forma facilitan la recolección de la basura, a mí me parece degradante decirle al camarero, “le dejo 50 céntimos” por cierto, en efecto, los alemanes son capaces de dejar 50 céntimos, los españoles, franceses, etc, dejamos más, no porque seamos generosos, sino porque al no ser tan “pragmáticos” nos da verguenza aparecer como miserables, si he notado que mis compañeros de mesa abren los ojos cuando al pagar, si mi factura des de 13,20 yo digo 15.

    • Hola, Marie: no creo que sea cuestión de pragmatismo ni de ahorro sino de una mezcla de diferentes motivos: lo de las flores, como bien dice Miguel, es algo que funciona bien en las zonas rurales porque ahí, el respeto a la propiedad del otros parece ser mayor que en una ciudad. El sistema del pfand , en realidad, se creó, para conseguir reciclar materiales y evitar que acaben sin más en la basura o en la calle. Y claro, es más fácil conseguirlo a través de un “alquiler”… En cuanto a la propina, no creo que sea degradante decirle al camarero lo que le quieres darle de más. De hecho, no tienes por que dar nada, porque te recuerdo que los camareros cobran un sueldo y que la propina es un extra por un buen servicio. He estado en muchos locales con servicios mediocres o incluso malos, y no he pagado ni un céntimo de más. En cambio, he dejado propinas bastante generosas cuando he estado muy contento con el servicio. No creo que sentir vergüenza por aparecer miserable sea una buena razón para dar propina…

    • para mi , los alemanes si son honestos y respetuosos, por que no le das el Lugar que le corresponde a una cultura, hay Mucha gente en alemania que no es rica, allá también hay problemas, además con tanto migrante que el estado tiene que costearse, ya que se vienen con familias enteras, dale un poco de Lugar a los alemanes y deja de ser tan chauvinista!

  5. Además de los campos de flores, otra cosa genial en los campos dentro de las ciudades (sí, los hay, con tractores y todo!) y entre pequeñas ciudades son los campos de fresas y de Heidelbeeren. La de kilos que hemos llegado a recoger nosotros! Mi marido incluso ha aprendido ha hacer mermelada para poder hacer un uso de tantos kilos. Y ahora solo quiero como su mermelada, la del supermercado me parece demasiado dulce.

    Y ahora en otoño van a aparecer también los montones de calabazas y calabacines, al euro por pieza creo. Es genial. Esto de ir al campo y recoger tu propia fruta o verdura me parece una idea genial. En España creo que sería impracticable, igual que el sistema del parquímetro (nosotros también tenemos uno en el coche…).

  6. Me encanta el buzon para pagar flores! Pero ciertamente es algo que podria funcionar en Espanha, en absoluto estoy conforme con esa afirmación. Yo caótica como soy he perdido la cartera en varias ocasiones. En Alemania no la recuperé. En Espanha SIEMPRE la he recuperado sin que faltara ni un centimo.
    Me han robado la bici tanto en Espanha como en Alemania y me he encontrado con gente honrada y con sinvergüenzas en ambos paises.

    Para reciclar en Oviedo se hace por dias. Los envases se recogen 3 dias a la semana, los cartones 2 y el vidrio 1, basura orgánica todos los dias. Los supermercados cobran las bolsas pero bien es cierto que las puedes reutilizar como bolsas de basura puesto que las hay con las incripciones “envases”, “papel y carton” y “vidrio”. Asi que reciclas las bolsas para reciclar.
    Es una gran iniciativa la del Pfand, pero yo ya había hecho conciencia de reciclaje en mi Asturias querida mucho antes de venirme a Alemania y me “incentivaran” por ello. Asi pues como bien defiendes muchas veces: CUIDADO ESTEREOTIPOS!!

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