Lectura dominical

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Ayer terminé de leer la novela Invisible (traducción de Benito Gómez Ibáñez), que ha supuesto mi primer contacto con Paul Auster, aunque seguramente no mi último. No sé muy bien qué conclusión sacar del libro y de su final curioso, pero lo cierto es que el entramado narrativo atrapa a pesar de la escasa acción. La historia gira alrededor de las vivencias de un joven americano en el año 1967 que cambiará su vida para siempre. Más que una historia, se cuenta varias, saltando entre el pasado y el presente, entre la trama principal, unas memorias y un diario. Cambian los narradores en primera persona, los ambientes y los escenarios (Nueva York, París, una isla caribeña), pero el protagonismo lo ocupan la naturaleza humana, el amor, la culpa y sus consecuencias. Me han gustado la complejidad de la narración y los personajes bien perfilados, aunque lo cierto es que el final me ha resultado bastante desconcertante, por lo abrupto y desconecto que parece…

He aprovechado el fin de semana también para leer un cómic que compré la semana pasada: Los inocentes de Gipi (aunque me lo compré en alemán: Die Unschuldigen, traducción de Julia Schwebel). Cuenta una mini-historia que me ha recordado un poco al tema principal de Los hijos de la calle (libro y película homónimos), es decir, jóvenes cuyas vidas se ven irremediablemente marcadas por una injusticia cometida por adultos. Los dibujos están hechos en tonos grisáceos de acuarela, de acuerdo con el ambiente, y componen una narración lenta, pausada y sin muchas palabras.

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