Al ser extranjero, a veces me preguntan en qué idioma sueño, es decir, en mi lengua materna, alemán, o en mi segunda lengua, el castellano. Suelo contestar: ¿por qué “o”? A decir verdad, sueño en ambos idiomas – no a la vez, sino de acuerdo con el contenido del sueño. Como mucha gente, al despertar no suele recordar mis sueños o retenerlos, antes de que desaparezcan en algún cajón de mi subconsciente. No obstante, a veces, cuando algo me saca de la fase de sueño profundo, sí tengo presente lo que estaba soñando.
Es justo lo que me ha pasado esta semana, por lo que os puedo dar un buen ejemplo de los sueños en distintos idiomas. En una misma noche me desperté de dos sueño diferentes y con idiomas diferentes. Primero soñé con que trabajaba de asesor de Zapatero y –no me preguntéis por qué– le daba consejos para conseguir levantar la economía, en castellano, por supuesto, porque Zapatero no habla alemán ni inglés. Tras haberme despertado por un ruido y vuelto a dormir, era miembro de la banda alemana de punk rock Die Ärzte y celebraba con “mi” grupo una fiesta de piscina en Nueva York. Aún así, hablamos y cantamos en alemán. Bastante extraño, ¿no? En todo caso, este ejemplo demuestra que en los sueños, al igual que en la vida real, podemos cambiar de un idioma a otro según nuestro interlocutor. Sin embargo, es más que dudoso que la economía española experimente un auge a corto plazo y que Die Ärzte recurran a mí para grabar su próximo álbum…