Vor kurzem las ich, dass Carlos Irwin Estévez derzeit einer der bestbezahlten Schauspieler ist. Carlos … wer? Richtig, eigentlich kennt man den Star als Charly Sheen, der seinen Künstler-Nachnamen vom Vater, Schauspieler Ramón Antonio Gerardo Estévez alias Martin Sheen, übernommen hat. Seine anderen Kinder haben ihren spanischen Namen beibehalten, sodass ein weiteres Mitglied dieser Schauspielerfamilie unter seinem Geburtsnamen Emilio Estévez berühmt wurde. Den Nachnamen verdanken sie übrigens Martin Sheens Vater, der aus dem spanischen Galizien stammte. Doch wann und warum ist der Nachname auf der Strecke geblieben? Aus eigener Erfahrung weiß ich, dass man es mitunter mit einem ausländischen Namen nicht leicht hat. Er wird falsch buchstabiert oder falsch ausgesprochen und erntet in vielen Fällen ungläubiges Kopfschütteln. Dabei müssten die Spanier doch den Umgang mit schwierigen Nachnamen gewöhnt sein, denke man nur an baskische Namensungetüme, wie Ercilurrutigastañazagogeascoa. Auch Arnold Schwarzenegger muss es anfangs nicht leicht gehabt haben in den USA mit seinem für dortige Verhältnisse exotischen Namen, der übrigens so viel wie „der an der schwarzen Ecke wohnt“ bedeutet. Ein anderer Schauspieler, der mit – und trotz – seinem deutschstämmigen Nachnamen im Ausland Erfolg hatte, war Johnny Weissmüller, der wohl bekannteste Tarzan-Darsteller. Zwar hatte man seinen Namen bei seiner Einreise in die USA von János Weißmüller in John Weissmüller geändert und vereinfacht, doch man hätte ihn ja genauso gut „John Whitesmith“ nennen können. Obwohl ich in Spanien mit meinem hierzulande fast unaussprechlichen Nachnamen oft verzweifle, machen mir Prominente wie Schuhmacher und Schweinsteiger Mut, die sich trotz der Sprachbarriere sozusagen einen „Namen“ bei den Spaniern gemacht haben …
Algo tenia que decirte a cerca de nuestra pronunciacion de aleman cuando decimos Munich, Francfort y traducimos tantos nombres a nuestro idioma. No es egocentrismo. Es que no sabemos idiomas y ahora estamos aprendiendo. Y mas te digo, que por vergüenza o susto no nos atrevemos a pronunciar mas de una consonante seguida.
Si no te gusta que pronunciemos tu apellido como “Josema” (depurando “jochema” quizas) me lo dices que estoy dispuesta a aprender. De corazon.
No te preocupes, la verdad es que (ya) no me importa que me llamen “Josema” o “Ochema”, en serio. Me he acostumbrado tanto que incluso me presento así. Lo gracioso es cuando alguien con conocimientos de alemán me pide que prononcie bien mi apellido 😉
Recuerdo que en el Colegio Mayor en el que estuve había varios extranjeros, a todos no sólo los españolizabamos el apellido sino también el nombre, así eran Pepe, Ramón, Manolo,… y es que a los españoles nunca se nos han dado bien los idiomas. Por lo menos, tu nombre es bastante español Andre(s).
Claro, como “Bernardo Chuster”, ex entrenador del real Madrid, ¿no? La verdad es que, con “André(s)”, he tenido bastante suerte, aunque no puedo decir lo mismo de mi apellido (que ni siquiera puede traducirse ya que no tiene ningún significado [conocido]). Hoy en día, creo que cada vez se adaptan/traducen menos los nombres (salvo si eres miembro de la familia real), y nos acostumbramos a ver y pronunciar bien los nombres extranjeros. De hecho, al lado de casa hay un restaurante chino que se llama “Toni”. En este caso, incluso me sorprende que suene tan español, aunque sospecho que igual lo han adaptado y realmente es “Tuō nī” o algo así…
¿quién es Schweinsteiger?
y, por lo demás, yo no soy extranjera, pero seguro que, en Valencia, tengo más problemas que tú con el nombre 🙂 con el apellido, no, la verdad…
Hola, Iciar (es broma), Schweinsteiger, a pesar de su apellido (“criador de cerdos”) es uno de los mejores jugadores alemanes de la actualidad, pero se te perdona 😉
¿Yo soy Monika Schön?? (Chon de guapa) Jijiji